Día Forestal Mundial y Día Mundial del Agua: Dos fechas cruciales para República Dominicana

Lunes, 22 Marzo 2021

Por Brígido Peguero

Encargado del Departamento de Botánica

Ayer, 21 de marzo, se celebró el Día Forestal Mundial (DFM) o Día Internacional de los Bosques (DIB). Hoy, 22 de marzo, se celebra el Día Mundial del Agua (DMA). Estas son dos fechas que para República Dominicana tienen, o deberían tener, una importancia de primer orden.

El Congreso Mundial Forestal, efectuado en Roma, Italia, en 1969, propuso la declaración del Día Forestal Mundial. Pero no se tomó allí la resolución. En 1971, la Asamblea de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) acogió esa propuesta. Pero no fue hasta el 21 de diciembre del 2012, cuando la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la resolución A / Res /67/ 200, que estableció que a partir del 2013 se celebrara cada año el Día Internacional de los Bosques.

Por otra parte, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, efectuada en Río de Janeiro, Brasil, del 3 al 14 de junio del 1992, propuso que el 22 de marzo de cada año se celebrara el Día Mundial del Agua. Esa propuesta fue acogida por la Asamblea de las Naciones Unidas el 22 de diciembre del mismo año 1992, mediante la resolución A / Res / 47 / 193.

No hace falta recalcar la importancia capital que tienen estos recursos de bosques y aguas para el desarrollo de todo y de todas y todos. “El agua es vida; no la desperdicies” no es un simple “slogan”. Es una realidad palmaria. Es un elemento esencial para el desarrollo sostenible.

Estas dos fechas encuentran a República Dominicana en una grave situación. Nuestros bosques desaparecen vertiginosamente cada día. Actualmente arden por dondequiera y talan nuestros bosques, incluyendo las áreas protegidas, como son los casos del Parque Nacional Sierra de Bahoruco y Armando Bermúdez, por sólo mencionar dos ejemplos. Los bosques de varios parques nacionales han sido talados para darles paso a cultivos de ciclo corto en unos casos, y en otros para plantar aguacates o café. Eso provoca que se erosionen nuestros suelos, y que tanto la tierra como el agua terminen en el mar. Nuestra flora está siendo convertida en humo y ceniza. Y con ello, obviamente, se va nuestra fauna. Y se nos va la vida de todos.

Respecto al recurso agua, enfrentamos dos problemas cardinales. Por un lado, la escasez provocada por las prácticas destructivas de los bosques y el acaparamiento que de ella hacen algunos grandes productores de las montañas, represando y desviando las fuentes de las mismas hacia sus predios, mientras los moradores de zonas más bajas tienen dificultad hasta para disponer de agua potable y para los usos domésticos.

Una gran amenaza que pende sobre nuestro país es la pretensión de Barrick Gold de explotar la loma Siete Picos y construir una presa de cola en la comunidad de Cuance, en el municipio de Peralvillo, provincia Monte Plata

A eso se suma la acción malvada, que puede calificarse como criminal, realizada por varios poderosos desalmados, destruyendo los ríos mediante la extracción indiscriminada de agregados. Eso sucede en muchos de nuestros principales ríos: Yuna, Nizao, Yaque del Norte, Nigua, etcétera.

Y la desesperanza y la impotencia crecen en las comunidades al ver que las autoridades correspondientes no toman las medidas drásticas correspondientes contra quienes destruyen aceleradamente los bosques y los ríos.

Es urgente que quienes pensemos en el futuro, ya no a largo plazo, sino en el corto tiempo, asumamos con absoluta consecuencia estos asuntos que tienen que ver con nuestra propia vida, y que amenazan con dejar una tierra desolada e inhabitable para las nuevas generaciones.

Es necesario tomar medidas urgentes contra los depredadores de nuestros bosques y ríos. También es necesario que todas y todos asumamos mayor responsabilidad colectiva y personal, contribuyendo con nuestras acciones a cuidar nuestros recursos naturales. A cuidar la vida actual y futura. Hay que hacerlo hoy, antes de que sea demasiado tarde.

 

Santo Domingo,

República Dominicana,

22 de marzo del 2021.