El Jardín Botánico Nacional (JBN), a través del departamento de Educación Ambiental, impartió la charla titulada “Importancia Ecológica de los Humedales”, a cargo de la técnico, Estela Núñez, en conmemoración al Día Mundial de los Humedales, el cual es celebrado cada 2 de febrero desde el año 1971, fecha para crear conciencia sobre estas extensiones de agua de tanto valor para la biodiversidad.
La misma, fue dirigida a 150 estudiantes del Politécnico Cardenal Sancha, quienes realizaron una dramatización sobre la importancia de los humedales, además, visitaron una de las representaciones de estos, que se encuentra en el JBN y colaboraron con la limpieza del área.
La conferencia fue realizada en el auditorio del Jardín Botánico Nacional, con el objetivo de concienciar a la población educativa acerca del valor biológico y ecológico de los humedales para la humanidad y el planeta.
Este año, el Día Mundial de los Humedales tiene como lema: “Es hora de restaurar los humedales”, como un llamado urgente en busca de soluciones para revitalizarlos.
Sobre los humedales
Son uno de los ecosistemas más valiosos y productivos que existen desde el punto de vista biológico y son fundamentales para la supervivencia humana y de especies animales y vegetales. Se encargan de regular el ciclo del agua y el clima, creando de esta manera un equilibrio perfecto. Además, aportan al hombre recursos indispensables para disfrutar de una mejor calidad de vida.
La República Dominicana cuenta con 4,291 km 2 de ocupación de humedales. Compuestos por 751 lagunas y 49 estuarios. Los más importantes de nuestro país son los de los parques nacionales Jaragua, Montecristi, Lago Enriquillo e isla Cabritos; los de las lagunas Oviedo, Bávaro, Redonda, Limón y Cabral; y los humedales del Bajo Yuna y caño Estero Hondo.
Dentro de los principales humedales artificiales, podemos localizar el de la llanura arrocera del pozo de Nagua (bajo la influencia del Yuna); en la parte baja del Yaque del Norte y en gran parte del valle de San Juan, estos se utilizan para el ganado y la agricultura, principalmente.
El Lago Enriquillo fue el primero en ser reconocido a nivel internacional por la Convención de Ramsar, tratado para la protección del medio ambiente, que se encarga de la conservación y el uso racional de los humedales, en el que nuestro país ingresó en 2001.