Danzas aéreas de pequeñas avecillas es lo que se observa al entrar al Jardín Botánico Nacional y es que estos acróbatas voladores nos hacen pensar ¿qué hacen tanto tiempo en el aire?.
Los vencejos son las aves más aéreas entre las aves terrestres; pasan todo el día casi volando erráticamente y solo descansan por unos segundos en los lugares donde construyen sus nidos.
Aunque no estes interesado en las aves, estos vencejitos logran que muchas personas los miren al estar por el jardín, y es que ellas se encuentran en grandes grupos utilizando las canas donde duermen y construyen sus nidos, muchas veces sientes que van a chocar contigo al salir rápido de estos lugares.
Estas avecillas voladoras pertenecen a la familia Apodidae ya que tienen modificaciones en su cuerpo que les permite permanecer volando con facilidad; sus alas son largas, rígidas y puntiagudas que hacen que puedan estar casi todo el tiempo en el aire; sus patas son cortas y tienen las uñas muy afiladas (como agujas), que utilizan para posarse en forma vertical; estas aves copulan y colectan los materiales con que construyen sus nidos en el aire.
Con frecuencia se pueden observar grandes grupos de ellos sobrevolando en busca de insecto que es de lo que se alimenta. En varias de las observaciones que hemos hecho como estudiosos de las aves, se ha podido evidenciar que visitan aboles que producen muchos frutos como por ejemplo el árbol de laurel (Ficus microcarpa), en donde en tiempo de maduración del fruto, atrae una gran cantidad de insectos y los vencejitos se reúnen sobrevolando estos arboles para disfrutar del festín de insectos.
Aunque estas aves están asociadas estrechamente a las Palmas de Canas, se han adaptados a las ciudades y se pueden encontrar en cualquier lugar donde halla un techo con teja que le brinde las condiciones para construir sus nidos; también grietas en puentes y otras edificaciones antrópicas donde se sientan seguros y con las condiciones que esta especie exige.
Pueden ser vistos en diferentes tipos de hábitats sobrevolando; son residentes en Cuba, Jamaica, y aquí; son vagante en Cayos de la Floridas y Puerto Rico.
Ponen varios huevos blancos en un nido globular que construyen de fibra vegetal y plumas pegado con saliva en los lugares donde estén anidando.
En el Jardín Botánico Nacional se estuvo colectando sangre de varios individuos que luego de obtener las muestras fueron dejados en libertad.
Cuando tienes la oportunidad de ver estas aves en tus manos y estudiar su morfología puedes apreciar algunas características que las hacen únicas, sus grandes ojos en proporción a su cuerpo, sus uñas afiladas que penetran tu carne como alfileres (he tenido muchas aves en mis manos para estudiarlas y esta pequeña avecilla tiene un agarre que petra tu carne y duele).
En tiempos de calor (según lo que hemos visto), estas aves se pueden encontrar en el suelo casi desmayada y varias veces muertas; si la encuentra desmayada, llévala a un lugar fresco, dale un poco de agua y déjala descansar; son hermosas y realizan una función muy importante en los ecosistemas donde se encuentran.
Texto: María Paulino (@g.acciónecológica)
Foto: Luis R. Paulino
Fuente: Aves de República Dominicana y Haití
Dr. Steven C. Latta, Christopher Rimmer