Los olvidados bosques de magnolias de La Española
Esfuerzos renovados para salvaguardar los árboles autóctonos de la República Dominicana, en el marco del programa Global Tree Seed Bank: Unlocked.
En las montañas de la isla caribeña de La Española hay un mundo fresco, exuberante y húmedo por la niebla: un ecosistema conocido como Bosque Nublado Tropical Montano. Estos bosques nublados albergan la mayoría de las especies endémicas del Caribe, es decir, especies que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. A pesar de su increíble valor natural, los bosques se enfrentan a una serie de amenazas. Los dos países que componen La Española -Haití y la República Dominicana- están gravemente afectados por la deforestación: Haití ha perdido casi toda su cubierta forestal autóctona, y la República Dominicana alrededor del 60%.
Conservación de los bosques nublados
Para asegurar el futuro del bosque, los científicos del RBG Kew colaboran desde 2007 con investigadores y botánicos locales del Jardín Botánico Nacional (JBN) de la República Dominicana, apoyando tanto la conservación como el uso sostenible de la flora autóctona del Caribe. Entre ellos uno de los últimos proyectos del programa Global Tree Seed Bank: Unlocked.
La última fase del proyecto, iniciada a principios de 2024, tiene por objeto conservar y restaurar un tipo de bosque nuboso amenazado denominado «bosque de magnolias», hogar de tres especies de magnolia endémicas.
El proyecto pretende conservar las magnolias mediante soluciones basadas en semillas: recolectando, almacenando y cultivando semillas para replantar y reconstruir los bosques nublados desde la base.
En abril de 2024, el equipo de Kew viajó a la República Dominicana para lanzar formalmente la nueva fase del proyecto. A través de visitas a diferentes reservas naturales y viveros gestionados por la Fundación Moscoso Puello (FMP) y la Fundación Progressio (FP), el equipo adquirió conocimientos sobre la reconstrucción del bosque de magnolias.
Recolección de semillas de magnolia
Las semillas deben recogerse de magnolias silvestres durante las excursiones al bosque de magnolias. Los viajes deben coincidir con la época en que los árboles dispersan sus semillas de forma natural, normalmente hacia finales de año en el caso de las magnolias de La Española, aunque el momento exacto es ahora más difícil de predecir, ya que el cambio climático está modificando las fechas de dispersión de las semillas en flor.
Para preparar la temporada de dispersión de este año, el personal de Kew y sus socios están organizando la colecta de semillas y la formación en conservación para los guardabosques locales en noviembre de 2024.
Almacenamiento de semillas: el banco de semillas del JBN
Gracias a la instalación de una nueva cámara frigorífica en diciembre de 2023, el banco de semillas del JBN se está llenando rápidamente de semillas de muchas especies amenazadas del bosque de magnolias, donde se almacenarán hasta que puedan utilizarse.
Estas semillas recién almacenadas proceden en su mayoría de especies que crecen junto a las magnolias en el bosque, pero que no son magnolias propiamente dichos.
Almacenar semillas de la mayoría de las especies a largo plazo requiere deshacerse de la mayor parte de la humedad almacenada. En la sala de secado del Banco de Semillas del Milenio, humedades tan bajas como el 15% preparan las nuevas colectas de semillas para su almacenamiento.
Sin embargo, las semillas de magnolia son «recalcitrantes», es decir, no sobreviven al proceso de secado. Por lo tanto, no podemos estar seguros de que puedan desempeñar un papel en el futuro de los bosques de La Española si se tratan de esta manera. Pero existen soluciones a este reto, como la propagación directa de las semillas para su restauración, y también otra opción, como uno de los objetivos del proyecto actual, es investigar nuevas formas de almacenar y germinar con éxito las semillas de esta clase de especies.
Propagación y reforestación de magnolias
El equipo visitó el vivero de árboles de la Reserva Natural Ébano Verde, gestionado por FP, donde cada año se propagan unos 5.000 plantones. Estas semillas son en su mayoría magnolias, pero incluyen algunas otras especies de árboles clave que crecen junto a ellas.
Las magnolias son árboles de crecimiento muy lento, y una plántula puede tardar hasta dos años en crecer lo suficiente para ser plantada en zonas de reforestación. Además, deben plantarse en una ventana de oportunidad muy ajustada, al principio de la estación lluviosa, hacia octubre.
Estas limitaciones no han detenido al equipo del vivero, que ha creado con éxito una zona de reforestación en la reserva. Consiste en una próspera parcela montañosa de media hectárea que se plantó con magnolias jóvenes en 2018 como parte de un Plan de Acción de Conservación Integrado para tres especies de magnolias nativas y amenazadas (M. domingensis, M. hamorii y M. pallescens), con el apoyo de Botanic Gardens Conservation International, el Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund y la Fondation Franklinia.
Otros árboles autóctonos
Este método de conservación basado en semillas no se limita sólo a la magnolia, sino que puede aplicarse a una gran variedad de especies clave y amenazadas nativas de los bosques neblados y de otras zonas.
El equipo de Kew también visitó el vivero del Parque Nacional de Valle Nuevo, donde se propagan para la reforestación la «Manacla» (Prestoea acuminata), una especie de palmera muy importante en los bosques montanos húmedos, y el «Sabino» (Juniperus gracilior), un enebro en peligro de extinción endémico de La Española.
El futuro de los bosques
Por último, el equipo de Kew recorrió el Parque Nacional de Valle Nuevo, donde aún existen algunas poblaciones dispersas de magnolias en estado silvestre.
Ellos tomaron las coordenadas GPS de varios árboles muy viejos, para poder registrarlos y volver a ellos en futuros viajes de recogida de semillas.
Gracias a la investigación en curso sobre mejores formas de almacenar las semillas y a los múltiples planes de plantación y regeneración forestal que se están llevando a cabo con éxito en la República Dominicana, existe la esperanza de que algún día más bosques neblados de magnolias alberguen árboles viejos como estos.
Gracias a los esfuerzos de colaboración de los científicos de Kew y sus socios de la comunidad de jardines botánicos, hay un futuro más seguro para los bosques de La Española y sus encantadoras supervivientes de las montañas: las magnolias.
Texto cortesía de: Silvia Bacci, Diana Carolina Acosta Rojas y Michael Way