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Jardín Botánico Nacional realiza Misa de Acción de Gracias por su 45 aniversario

Viernes, 20 Agosto 2021
  Como ya es tradición el Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso, celebró una Misa de Acción de Gracias para conmemorar sus 45 años de fundación, presidida por el padre Wilfredo Montaño de la pastoral medioambiental. Durante la homilía, el sacerdote resaltó la labor que a lo largo de los años el Jardín Botánico ha venido realizando, asumiendo con responsabilidad el rol de concienciar a la población sobre la importancia de la conservación de los recursos florísticos en la República Dominicana y auguro éxitos a la nueva gestión para que continúe cumpliendo con los objetivos por los que fue fundada la institución. Al finalizar la misa, el director general del JBN, ingeniero Pedro Suárez se dirigió a los presentes y valoró el trabajo realizado durante estos 45 años por personas que han dado su vida para que la entidad sea la principal reserva de la flora dominicana.  “Asumo con mucho respeto la confianza puesta en mí para dirigir una institución como esta y me comprometo a seguir trabajando con responsabilidad y empeño desde esta posición para el fortalecimiento de los proyectos desarrollados y los próximos a ejecutar”, dijo Suárez. La actividad se llevó a cabo en el Auditórium y contó con la participación del director, subdirector, encargados departamentales, de divisiones y secciones, así como técnicos, siguiendo el protocolo sugerido por las autoridades de Salud Pública.   

45 ANIVERSARIO DEL JBN

Martes, 17 Agosto 2021
  Francisco Jiménez: “Los jardines botánicos son como los buenos vinos...” La ceiba de la foto es un verde testimonio de su paso por el Jardín Botánico Nacional: 38 años estudiando y protegiendo la flora de La Española   Cortesía: Listín Diario Texto: Yaniris López. Foto: Jorge Luis Martínez El botánico Francisco Jiménez es el empleado más antiguo del Jardín Botánico Nacional (JBN), al que ha dedicado 38 de los 45 años que cumple hoy domingo el parque urbano.  La ceiba de la foto es un verde testimonio de su paso por el JBN: casi cuatro décadas estudiando y promoviendo la conservación de la flora de La Española.Llegó en 1983, el mismo año que ingresó el exdirector Ricardo García. Cambió la Biología por la Ingeniería Forestal y se formó como botánico de la mano de quien considera su mentor, el botánico estadounidense Thomas Zanoni.Comenzó, le cuenta a Listín Diario, “montando especímenes de plantas en el departamento de Botánica”. De ahí pasó a manejar las colecciones del Herbario, siguió como técnico en Taxonomía y Exploraciones y luego como curador y encargado del Herbario, dirigió el departamento de Botánica y hoy es el subdirector técnico de la institución. La Ceiba pentandra es apenas una referencia visual de esos comienzos en el Botánico. La 'conoció' pequeñita, de apenas centímetros, y la vio crecer en su camino diario hacia Botánica, mientras atravesaba el área dedicada a las plantas nativas y endémicas de República Dominicana. “La veía todos los días y hoy es un árbol gigantesco, de más de 20 metros”, expresa Jiménez. El enorme y emblemático árbol con el tronco partido en dos le recuerda cómo aquel espacio que ocupaba un campamento militar se ha convertido, en cuatro décadas y media, en el entorno verde favorito de los habitantes del Gran Santo Domingo y una referencia internacional en el estudio de la flora de la isla. “Los jardines botánicos son como los buenos vinos -dice-, mientras más viejos...” Y lo afirma haciendo referencia a que cuando entró al JBN las plantas eran relativamente jóvenes y hoy forman parte de bosques maduros en los que se reflejan los trabajos de cuidado y conservación que allí se realizan. Explica que en los terrenos que hoy ocupa el jardín funcionaba un destacamento tipo polvorín donde se almacenaban municiones.“Eso permitió que el Jardín Botánico mantuviera parte de la vegetación natural que hoy exhibe, como la reserva forestal, que es una representación de lo que era la vegetación en la ciudad de Santo Domingo. Esa vegetación la tenemos aquí representada, incluyendo la palma guano, que es el emblema nuestro”.Explica que en principio ese emblema era la palma cana, todavía presente en las verjas de hierro que bordean el área protegida. ¿Por qué la cambiaron? “En la gestión de Milcíades Mejía se cambió al guano. Lo que pasa es que el guanito, Coccothrinax argentea, es una representación natural de aquí. Aunque el sotobosque está sembrado de césped, sí son naturales. Y es la planta más abundante acá, en el Botánico, de manera natural”. La reserva nunca se ha tocado. Lo que sí crearon fueron áreas temáticas propias de jardines botánicos como el jardín japonés, plantas medicinales, área de cactus, el rosal y los pabellones de bromelias, helechos, plantas acuáticas y orquídeas. Entre plantas y senderos: dos millones de metros cuadrados de puro verde.ESOS PRIMEROS AÑOS... Jiménez cuenta que “la mística” del jardín descansaba originalmente en el departamento de Botánica, de donde surgió la escritura de la flora de La Española. “Esa era la mística principal, escribir la historia de la flora de la isla y mantener un herbario con una gran colección de especímenes de toda la isla como algo representativo”. Esos primeros estudios florísticos motivaron la creación de muchas áreas protegidas con investigaciones dirigidas por el botánico estadounidense Thomas Zanoni.“Zanoni fue nuestro mentor. Está retirado, pero sigue asistiendo al Jardín Botánico de Nueva Yok. Fue nuestro jefe por muchos años y quien nos formó a todos: a Milcíades (Mejía), a Ricardo (García), a Brígido (Peguero). El primer investigador en esa área fue el botánico francés Dr. Henri Alain Liogier, que se casó con una dominicana y comenzó a recorrer toda la isla”. En el área de orquídeas, continúa Jiménez, trabajaba otro investigador estadounidense muy querido y recordado en el país: Donald Dod.“Cuando entré en el 83 y hasta el 88, cuando se fue, fui su asistente en la parte de orquídeas. Eso me dio los conocimientos sobre las orquídeas, especialmente de la flora orquideológica nativa”.Dado que el objetivo principal del jardín era la investigación y la escritura de la flora de la isla a través del departamento de Botánica, el herbario de la institución cuenta con más de 140,000 especímenes y sigue siendo la base principal para los estudios de conservacion de plantas de la isla. Esos aportes a la ciencia se fueron fortaleciendo con la creación de nuevos departamentos: conservación, el banco de semillas (único banco germoplasma del país con fines de conservación) y educación ambiental; y espacios como el sendero de los sentidos, el mariposario y el sendero taíno. 38 AÑOS DE APORTES A LA BOTÁNICA Jiménez ha participado en las investigaciones sobre la flora y la vegetación de los picos Duarte y La Pelona, el Parque Nacional del Este, loma Barbacoa, Sierra de Bahoruco, La Humeadora, La Herradura, loma Isabel de Torres, loma Guaconejo, Sierra Martín García, Pueblo Viejo y el cinturón verde de Santo Domingo.  También trabajó la composición florística de la Reserva Científica Ébano Verde y de las orquídeas del Parque Nacional del Este. Uno de sus aportes más conocidos fue el descubrimiento en 1997 de la Salcedoa mirabaliarum, especie endémica exclusiva de República Dominicana.Ha publicado más de 45 artículos científicos como autor y coautor. Es miembro del comité editorial de la revista científica Moscosoa y de la Red de Herbarios de Mesoamérica y El Caribe, así como representante local de la Asociación Latinoamericana de Botánica (ALB) y de la Red Latinoamericana y del Caribe (RLB).  Link: https://listindiario.com/la-vida/2021/08/15/683949/print  

Oscar Montero: “Debemos conocer nuestra flora y preservar el legado científico de nuestros botánicos”

Viernes, 13 Agosto 2021
Cortesía de la Revista FUCSIA Jardinería y Botánica  Texto Yulendys Jorge Apasionado de la naturaleza e inquieto por conocer sus particularidades, Oscar Montero afirma tener esa inclinación desde muy joven apoyado por su familia, como su tía Sara Mercado, quien trabajó en el Departamento de Educación Ambiental del Jardín Botánico Nacional (JBN), donde hoy Oscar es técnico de Exploración y Taxonomía. En principio le llamaba la atención el magisterio, orientado a las ciencias naturales, pero mientras avanzaba en el pénsum de biología iba reforzando su decisión y recibiendo respuestas a esas inquietudes que tenía cuando iba de excursión con su familia y observaba las plantas y todo su alrededor. Oscar llegó al JBN hace un año. Recuerda que lo contrataron para una especie de pasantía que duró seis meses. Una vez terminado el período, siguió visitando el área de Exploración y Taxonomía de manera voluntaria, pero con la misma dedicación y el mismo compromiso. Ya forma parte del equipo y cursa el tercer año de su carrera. Cuando finalice, dice, ya habrá avanzado en conocimientos de su futura especialidad. “Para mí es muy importante la conservación y preservación de nuestra flora; y que esta se dé a conocer en las aulas”, puntualiza. FUCSIA: ¿Por qué escogiste estudiar Biología? Oscar Montero: Decidí estudiar Biología por mi fuerte inclinación y curiosidad de cómo funcionaba el medio que me rodeaba, tenía mucha afinidad desde niño hacia las actividades medioambientales, y disfrutaba ir al campo y estar en contacto con la naturaleza. Al momento de inscribirme en la universidad, realmente tenía planeado estudiar licenciatura en Educación mención Ciencias Naturales, pero me di cuenta de que estaba en biología pura, y la profundidad de la carrera me fue enamorando, y estoy aquí preparándome para ser un futuro biólogo. F: ¿Por qué te inclinaste por la botánica? OM: Me incliné a la botánica porque desde que cursé esa asignatura me di cuenta de que en ella era que iba a explotar mi potencial, a pesar de que una tía muy cercana y ambientalista, Lic. Sarah Mercado, me incentivó siempre al cuidado del medio ambiente. Y siempre estuvo presente en mí esa conexión y ese lazo con las plantas. F: ¿Cómo tomaron tus padres o tu familia cuando dijiste que estudiarías Biología? OM: Mis padres me apoyaron con la típica frase de que a uno hay que dejarlo estudiar lo que le gusta, pero de igual forma a veces me decían: ¿Y qué es lo que hace un biólogo?”. Pero por mi determinación y pasión siempre he contado con el apoyo de mis padres y mi familia. F: Has decidido especializarte en Taxonomía? OM: Sí, pienso especializarme en una familia en específico, ya que considero que para desarrollar esa destreza en mi oficio debo concentrarme en una en específico, y las que están dentro de mis gustos son: Rutaceae, Verbenaceae y Myrtaceae.  F: ¿Qué te produce mayor satisfacción en la carrera y en tu trabajo en el JBN? OM: Bueno, lo que más me llena de la carrera es ver que está creciendo una generación que va a seguir el legado de los investigadores que han llevado esta carrera hasta su puesto actual; me siento orgulloso de que con mi oficio estoy aportando para mejorar y mantener los recursos florísticos de mi país. En cuanto a mi trabajo disfruto que cada día, aprendo algo nuevo, ya que el mundo de las plantas es bastante amplio y todos los días hay que hacerle honra a la profesión e investigar e investigar. F: ¿Haces expediciones botánicas? ¿Qué es lo que más disfrutas? OM: Sí, las expediciones botánicas son fundamentales en mis labores y lo que más disfruto es conocer la distribución de las diferentes e importantes especies que alberga nuestra isla con tantos tipos de ambientes; además, cada expedición es una experiencia en la cual está llena de momentos buenos y a veces no tan buenos. F: ¿Cuáles son tus especies favoritas? OM: Entre más de 6.000 especies que aproximadamente se encuentran en nuestra isla y que en el transcurso de las labores uno conoce nuevas, hay siempre preferencias, pero entre mis favoritas están Zanthoxylum martinicense (de nombre común pino de teta) de la familia de las naranjas (Rutáceas), un árbol espinoso nativo de nuestra isla con alto potencial medicinal. La canelilla Pimenta haitiensis, un arbusto muy popular y medicinal en nuestra isla. F: ¿Cómo ves la profesión de la botánica en el país? OM: Considero que está teniendo un avance significativo, ya que se ha podido notar un crecimiento en la matrícula de los estudiantes de esta carrera. Por otro lado, considero que debe ser más promocionada y que se debe potencializar ya que esta es una de las carreras del futuro debido a que nuestros recursos representan nuestro equilibrio ecológico y cultural, y que del punto de vista de la conservación se puede sacar mucho provecho. Creo que es necesario priorizar el estudio de estas ciencias puras en nuestro país. F: ¿Qué consideras hace falta para atraer a más jóvenes a la carrera? OM: Considero que deben mejorar las condiciones y equipos con los cuales recibimos docencia para fortalecer el aprendizaje práctico y que debe ser un poco más atractivo la remuneración de las labores a favor del medio ambiente y de nuestros recursos.  F: Para ti, ¿cuál es la importancia de un botánico? ¿Cuáles son sus aportes? OM: Para mí la importancia de un botánico radica en que este es el ente que crea un equilibrio entre el conocimiento de la flora de un área determinada y la conservación y el aprovechamiento de la misma. Y a su vez este inmortaliza el legado de los grandes investigadores que han hecho que la botánica esté al nivel que ha alcanzado en nuestra isla. Los aportes son innumerables, pero siendo preciso para mí, un aporte de suma importancia es la contribución al descubrimiento de nuevas especies, el evitar que un taxón de trascendencia ecológica o económica desaparezca, el descubrir y hacer posible la reproducción y el equilibrio ecológico entre especies.  

El vivero del Jardín Botánico

Martes, 10 Agosto 2021
  Cortesía de la Revista FUCSIA Jardinería y Botánica  Texto y fotografía por Yulendys Jorge   El Jardín Botánico Nacional posee un vivero desde su inauguración en agosto de 1976, que en sus orígenes se dedicaba al cultivo y la reproducción de plantas que necesitaba el Botánico en sus diferentes áreas de investigación y recreación. El ingeniero Moisés Montero Gómez, encargado de diseño y mantenimiento de jardín, del Botánico, nos cuenta que alrededor de 2010 el vivero empezó a ofrecer al público general plantas que provenían del excedente de la producción de cuatro grupos: forestales, frutales, medicinales y ornamentales. En un área de 800 metros cuadrados el visitante puede encontrar variedades como begonias, peperomia, eugenia, trébol morado, helechos, suculentas, trinitarias, palmeras, entre otras, a precios más económicos en comparación con los demás viveros del país. Otras características del vivero es que hace “énfasis en la conservación de la flora de la isla Española (especies autóctonas), especialmente en aquellas especies de plantas en peligro de extinción, además de concienciar a la población con programas de acompañamiento para que conozcan lo nuestro”, destaca la ingeniera agrónoma Marlene Peguero, encargada del vivero. Al ser el Jardín Botánico Nacional el centro científico de investigación de la flora nacional, reconocido por su contribución a escala internacional, en especial en el Caribe insular, el vivero ha jugado un rol importante en proyectos y programas de otras instituciones públicas, así como en alianzas público-privadas para la conservación de la naturaleza. Un ejemplo de ello son los cientos de miles de plantas que se reprodujeron para el Plan Quisqueya Verde. Asimismo, el vivero sirve de laboratorio para reproducir especies que estudian y recolectan los botánicos en sus expediciones, para conservar y educar. Exclusividades El vivero tiene más de 300 especies de plantas nativas, endémicas y exóticas. Además de las plantas ornamentales que en él se encuentran, hay otras especies de exclusividad, como son: Alvaradoa haitiensis (abbe marrón), Pimenta ozua (ozúa), Pouteria domingensis (totuma), Pimenta haitiensis (canelilla), Cojaba filipes (samancito), Pereskia quisqueyana (rosa de Bayahíbe, nuestra flor nacional), Pereskia marcanoi (rosa de Bánica), Peltophorum berteroanum (abey), Jacaranda poitaei (jacaranda o abey) y Carapa guianensis (cabirma de guinea). El vivero del Botánico trabaja de lunes a viernes de 8 de la mañana hasta las 4 de la tarde. Tras cruzar las puertas del Botánico, el vivero se ubica en la parte norte. Cualquier orientación sobre plantas la puede obtener llamando a su teléfono 809-385-2611, extensión 240.

Reconocido Taxónomo Henderson visita Herbario del Jardín Botánico Nacional

Lunes, 09 Agosto 2021
  Cortesía de la Revista FUCSIA Jardinería y Botánica  Texto y fotografía por Yulendys Jorge El botánico inglés-estadounidense Andrew James Henderson tiene en su haber más de cuarenta años de trabajo e investigación científica, ha visitado los más grandes herbarios del mundo en Europa, Asia y América, y cuenta entre sus aportes haber descrito y clasificado taxonómicamente alrededor de 314 especies y subespecies, en especial en la familia Arecaceae (palmas o palmeras). Autor de varios libros, entre ellos The Palms of the Amazon y Guía de campo de palmas de América, Henderson se educó en el Wycliffe College de Gloucestershire y en Birkbeck, Universidad de Londres. Su doctorado lo recibió de la Universidad de la Ciudad de Nueva York en 1987, año en que empezó a formar parte del equipo de científicos del Jardín Botánico de Nueva York (NYBG por sus siglas en inglés) como curador del Instituto de Botánica Sistémica, y retirado en julio 2021. Durante los tiempos del confinamiento de 2020, nos cuenta, empezó a tener una idea fíja, “casi obsesiva: ahondar en el estudio de un género retador entre las Arecaceae, la Coccothrinax”. Esto lo condujo al herbario del Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso, donde conversó con la revista Fucsia. La Coccothrinax es un género presente solo en la región del Caribe, la cual es “muy poca estudiada por su complejidad, dada la gran cantidad de híbridos que existen. Y a la vez es un grupo de plantas muy apreciadas por su gran valor ornamental”, señala el taxónomo. Durante su estancia de una semana en República Dominicana, Henderson agotó varias jornadas de trabajo en el herbario del JBN, punto de inicio de su viaje por las Coccothrinax, ya que tiene en su agenda visitar Cuba para continuar sus investigaciones. Hallazgos La visita del experimentado taxónomo fue beneficiosa para la comunidad botánica del país, ya que “entre las especies recolectadas por botánicos dominicanos y conservadas en el herbario, el doctor Henderson identificó nuevas poblaciones de la Coccothrinax jimenezii”, nos informó el botánico Francis Jiménez, a quien está dedicada por sus colegas Milcíades Mejía y Ricardo García, ambos exdirectores del Jardín. Nuevas poblaciones significa “nuevos individuos donde crece la planta que no estaba formalmente registrada, como en la base de la sierra de Neiba, frente al lago Enriquillo, y en Gonaive, Haití”. El doctor Henderson enfatizó que “la gente vive y necesita de las plantas, y para que la humanidad se pueda beneficiar de estas es imprescindible la tarea del botánico taxónomo, a pesar de que hay quienes ven este oficio como anticuado. Aún faltan muchas especies por descubrir”. Henderson, una autoridad a escala internacional como taxónomo, considera que República Dominicana tiene “una buena comunidad de biólogos y una fuerte tradición de investigación botánica”. Comparando el herbario del JBN con otros en los que ha tenido que trabajar, dijo sentirse maravillado por “las excelentes condiciones físicas, ambientales, por el apoyo y la asistencia de los técnicos, y por la variedad de los especímenes recolectados y catalogados”.   Agradecimiento: A Amelia Mateo, bióloga con maestría en briología, por su asistencia en la traducción durante la entrevista al doctor Henderson.  

Servidores del Jardín Botánico realizan ofrenda floral y siembra en honor al Dr. José de Jesús Jiménez

Viernes, 06 Agosto 2021
Fue depositada una ofrenda floral en honor al Dr. José de Jesús Jiménez Almonte, destacado médico, naturalista y botánico, tras cumplirse el 116 aniversario de su nacimiento, en un acto realizado en la entrada de la Plaza Central del Jardín Botánico Nacional, donde está ubicado el busto del científico. La actividad estuvo encabezada por nuestro subdirector técnico Francisco Jiménez y Olga Lidia Rojas, encargada del Departamento de Educación Ambiental, quienes resaltaron los aportes más significativos del científico a lo largo de su vida y sobre el legado que dejó a las futuras generaciones en todos los ámbitos en donde se desenvolvió. Luego del depósito de la ofrenda floral, los presentes se desplazaron en el tren al área de los frutales, en donde fueron plantados varios ejemplares de la especie Melicoccus jimenezii Alain, cuyo epíteto especifico hace honor al ilustre médico. En el acto estuvieron presentes encargados departamentales, de divisiones y secciones, así como personal técnico de la institución. Sobre la especie sembrada El Melicoccus jimenezii Alain, comúnmente llamado Cotoperí o Cuchiflichi es un frutal exclusivo de la región Este de la República Dominicana, fue descubierto en el año1976 por el botánico francés Alain Henri Liogier, el epíteto especifico hace honor al ilustre Medico - Botánico dominicano José de Jesús Jiménez Almonte. Es un árbol que alcanza los 10 metros de altura, de hojas compuestas, el fruto es una drupa globosa; es una especie dioica (arboles de flores machos y otros de flores hembras). El fruto del cotoperí es parecido al del limoncillo común o quenepa, pero con la pulpa más blanca, más dulce y menos ácida. Debido al establecimiento de plantaciones de Caña de Azúcar, fincas ganaderas, infraestructuras turísticas y el crecimiento poblacional ha diezmado el número de individuos de esta frutal, colocándolo en Peligro Crítico de Extinción. Desde mediados de los años 90, el Jardín Botánico Nacional ha venido desarrollando un programa de propagación donde se han sembrado cientos de individuos en las escuelas de la región Este, en hoteles, parques; así como también in situ (en su ambiente natural).  

Hoy conmemoramos al Dr. José de Jesús Jiménez Almonte: Destacado Médico, Naturalista y Botánico. 1905-1982

Viernes, 06 Agosto 2021
    El Doctor José de Jesús Jiménez Almonte nació el 6 de agosto del 1905 en Guazumal, Tamboril, provincia Santiago de los Caballeros, cercano a Tamboril, República dominicana. Hijo de Leopoldo Jiménez Almánzar y Ana Josefa Almonte Arias. Cursó Sus estudios primarios en la escuela de Guazumal y los secundarios en el Liceo Tamboril, Santiago de Los Caballeros, donde se graduó de bachiller en Ciencias Físicas y Naturales en el año 1926, obteniendo las altas calificaciones. En el 1931 se graduó de Licenciado en Medicina en la Universidad de Santo Tomas de Aquino, hoy Autónoma de Santo Domingo, UASD. Desde muy temprana edad sintió afición por la naturaleza; ya en el 1936 su inclinación por la Botánica era manifiesta; esto quedó en evidencia en uno de los artículos periodísticos que frecuentemente publicaba el DR. Arturo Grullón en el periódico La Información de Santiago, quién lo describió con estas palabras: Un futuro gran botánico en la República Dominicana, Refiriéndose al Dr. Jiménez. En el año 1934 contrajo matrimonio con la distinguida dama Ana Julia Olivarrieta, con quien procreó dos hijos: José de Jesús, fallecido, y Julia Dolores. El Dr. Jiménez tuvo la Fortuna de iniciar sus exploraciones botánicas acompañando al Dr. Rafael M. Moscoso (Fello), eminente botánico, a quien había conocido en el año1923, cuando estudiaba en la Escuela Normal de Santiago. Ya el Dr. Rafael M. Moscoso había publicado, en el 1897, el opúsculo titulado Las familias vegetales representadas en la Flora de Santo Domingo.  Fue un Científico acucioso, perseverante y autodidacta; aprendió por cuenta propia varios idiomas para entender y manejar las informaciones botánicas, igual hizo con el ajedrez, llegando a dominarlo a la perfección, con la especialidad en neurología, convirtiéndose en una referencia. En el año 1953 inició un curso de Botánica para maestros en la Escuela Normal Superior Emilio Prud’ Homme, para obtener mayores destrezas en la taxonomía de las plantas del Caribe; sus aportes son conocidos. En el siglo pasado, el país no contaba con las herramientas, las facilidades ni bibliotecas especializadas en botánica para la identificar las plantas, y con la finalidad de mejorar sus labores, el Dr. Moscoso y él hicieron contacto con varios taxónomos  de los Estados Unidos de América, entre los que se citan: el Dr. Richard Howard, profesor de Botánica  de la Universidad de Harvard,  quién visitó nuestro  país para realizar colectas  con la finalidad de  completar  estudios sobre las plantas dominicanas, con  el afamado botánico y horticultor Liberty  H. Bailey, estudioso de las palmas; el botánico Emery Clarence  Leonard, reconocido botánico que estudió la  familia Acanthaceae para la flora de La Española; Harry Allard ,(quien hizo colecciones en los alrededores de San José de las Matas y  fue el responsable de instalar la plantación experimental de caucho, Hevea brasiliensis, en Piedra blanca), República Dominicana, y el Dr. Liman Smith,  estudioso de las Familia Bromeliaceae, describiendo varias especies de La Española, entre otros. En la República Dominicana, el Dr. Jiménez estableció una estrecha relación de trabajo e intercambios con sus homólogos botánicos y Naturalistas, como fueron: el profesor Eugenio de Jesús Marcano Fondeur, el Padre Julio Cicero, (Ambos profesores de la carrera de biología de la UASD y el Politécnico Loyola), el Dr. Alain Liogier, uno de los botánicos más destacados del Caribe, y Don Luis Ariza- Julia, coleccionista de palmas, cactácea, orquídeas y bromelias. Con todos ellos realizó numerosas exploraciones botánicas en distintas localidades del país, compartiendo informaciones, experiencias y publicaciones.  El Dr. José de Js.   Jiménez Almonte, por su dedicación, desempeño ético y moral con que ejerció su profesión, fue merecedor de un gran respeto, aprecio y consideración en la sociedad santiaguera y en la comunidad científica de nuestro país. En el 1956 ingresó como miembro honorífico al instituto de investigaciones Botánicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde realizó trabajos taxonómicos en calidad de colaborador hasta la hora de su muerte. El 20 de diciembre de 1974 ingresa como Miembro Fundador de la Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACRD), en las comisiones de   Medicina y Biología. Fue el primer presidente de la Sociedad Dominicana de Botánica, en el período 1973-1977, Curador del herbario “Rafael Ma. Mososo” de la Universidad Católica Madre y Maestra (UCMM); en éste se encuentra depositada la mayor colección de especímenes de sus exploraciones botánicas. En el 1966 fundo la sala de cardiología del Hospital José María Cabral y Báez, en Santiago de los Caballeros. En este centro de salud también se desempeñó como jefe de clínica médica. Asesor médico del Patronato Cibao de Rehabilitación en los años de 1973-1975 y Co-fundador de la Asociación Médica Dominicana, AMD.  hizo relevantes aportes al conocimiento de la flora de La Española; esto se evidencia con numerosas publicaciones realizadas: Datos biográficos sobre la vida y obras del Don. Rafael M. Moscoso (1874-1951). An. Unv. Santo Domingo 63-64:353-377 (1953). Plantas nuevas para la ciencia, nuevas para La Hispaniola y nuevas para la República Dominicana. An. Unv. Santo Domingo, 65-66:101-146. (1953). A New Catalog of The Dominican Flora. Recent Advances in Botany 1:932-936. University of Toronto Press: Montreal, Toronto. (1959). Novelties in the Dominican Flora. Rhodora 62:235-238. (1960). Novelties in the Flora of Santo Domingo (Hispaniola), II. Phytologia 8:325-328. (1962). Novedades de la flora de Santo Domingo. No.1. adiciones a la flora Orquidealogía de la isla de Santo Domingo, Contrib. Oacs. Inst. Bot. “Rafael M. Moscoso” Unv. Auton. Santo Domingo. 1:1-5 y 6 (1965). Adiciones a la flora Orquidealogía de la isla de Santo Domingo (1). Orquideología (Medellín, Colombia) 3: 15-25. (1968). Adiciones a la flora Orquidealogía de la isla de Santo Domingo(II). Orquideología (Medellín, Colombia) 6: 30-46. (1971). Apuntes para la flora de Santo Domingo (Hispaniola), Novedades, III. Anuario Acad. Ci. República Dominicana 1: 93-132. Adiciones a los nombres vulgares de plantas en la República Dominicana. Moscosoa I (2): 9-21. (1977). Colectores de plantas de La Española 1985 (edición-póstuma). También numerosos artículos taxonómicos en “Naturalista Postal” carta ocasional del herbario UASD, Universidad Autónoma de Santo Domingo y del Museo Nacional de Historia Natural de la República Dominicana.  Fue de los fundadores de la revista Moscosoa, órgano de difusión científica del Jardín Botánico Nacional, siendo el editor principal de los números 1,2 y 3 del volumen 1, publicados en los años 1976,1977 y 1978, respectivamente; en este último número se publicaron unas notas sobre varias especies y artículos escritos por el Dr. Jiménez. Como botánico y conservacionista, se preocupó por la degradación que estaba afectando a los bosques del Pico Diego de Ocampo, en la Cordillera Septentrional; en 1961 con su prédica y gestión logró que fuera declarada zona vedada. Sin lugar a duda, su mayor aporte al conocimiento de la flora dominicana fue su obra cumbre: Suplemento al Catalogus Florae Domingensis del Prof. Rafael M. Moscoso, 1963-1967, en la que describe nuevas especies y nuevos records de planas para la Isla Española. Por sus relevantes aportes realizados en las áreas de medicina, la botánica, el ajedrez y en el ámbito social, lo hicieron merecedor de numerosos homenajes y reconocimientos.  En la rama de   la botánica y los recursos naturales: Socio Meritorio por la Sociedad de Dominicana de Botánica (1977); médico prominente y primer Botánico Dominicano, designado póstumamente por el Jardín Botánico de Nueva York, a iniciativa del Dr. Basset Maguire, en 1983; Dedicatoria del V Congreso de Biodiversidad Caribeña, celebrado del 25 al 28 de febrero de 2005,Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD; Dedicatoria del  número 4 de  la Revista Verdor, especializada en temas ambientales, Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Academia de  Ciencias de la República Dominicana, en el año 2006, en la cual se publicó su semblanza; con finalidad de inmortalizar a este insigne hombre de ciencias,  mediante el Decreto No. 233-96, del 30 de julio de 1996, el Pico Diego de Ocampo fue designado Reserva Biológica Dr. José de Jesús Jiménez Almonte.  En el área de la medicina Fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica Madre y Maestra, en 1971; Médico Distinguido, Asociación Médica Dominicana, AMD en 1972; Diploma de reconocimiento por sus 45 años de ejercicio profesional (1937-1982), Club Rotario de Santiago en el 1982; Maestro de la Medicina Dominicana, AMD, en 1977; Profesor Emérito,  Hospital José María Cabral y Báez  de Santiago , en 1979; profesor Meritorio otorgado por los estudiantes de medicina de la UCMM, en 1980; placa de reconocimiento del personal médico del hospital José  María Cabral y Báez, por sus 50 años de ejercicio profesional, en el 1981; Profesor Honorifico, Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, UNPHU, en 1982. Numerosas instituciones culturales, sociales y deportivas también lo reconocieron. Premio Juan Pablo Duarte , otorgado  por la sociedad Amantes de la Luz de Santiago, en  1968; “Orden de Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de “Caballero Cordón de Plata” por el Poder Ejecutivo,1971; Hijo Distinguido de la Ciudad de Santiago  1974; Contribuyente Meritorio al Ajedrez de Santiago, en 1976;  Maestro del Pueblo, Universidad Tecnológica de Santiago, UTESA, en el 1980; Premio Nacional de Ciencias, Academia de Ciencias de la República Dominicana , (1980), Pionero en el Estudio de la Flora Dominicana , otorgado por la Escuela Dominicana de Agroquímica, en 1980; Defensor de la Naturaleza, otorgado por el  Instituto de Bio- conservación, en el  1981; Reconocimiento póstumo como Miembro Fundador se la Academia de Ciencias de la República Dominicana, ACRD,en el 2005.    También, fue inmortalizado al designarse con su nombre algunas especies de plantas como son: un angelito, bautizado Tolumnia jimenezii, una hermosa orquídea endémica, y el Cotoperí, Melicoccus jimenezii, árbol frutal exclusivo de la zona Este del nuestro país, descrito por su amigo, el botánico Dr. Alain Liogier. En el campo del deporte ciencia, como le llaman al ajedrez, lo aprendió por cuenta propia, descollando de tal manera que llegó a ser Campeón Nacional de esta disciplina. El Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso se honra al dedicar este volumen XIX de su revista científica Moscosoa, al cumplirse 33 años de su sentido fallecimiento y el trigésimo noveno aniversario del nacimiento de esta importante publicación.  Adoptado de  Jiménez, F & M. Mejía. 2015. Moscosoa 19:1-7  

Elizabeth Séptimo: “La Biología es el camino que escogí para contribuir a un mundo mejor"

Jueves, 05 Agosto 2021
    Cortesía de la Revista FUCSIA Jardinería y Botánica  Texto por Yulendys Jorge   Los ecosistemas de los bosques, parques nacionales y las reservas científicas están compuestos en su mayor medida por una inmensa cantidad de especies vegetales fundamentales para la existencia humana y el equilibrio del planeta. Esas especies son las que estudian los biólogos, en su rama de la botánica. De ahí que estos científicos sean los que estén en primera línea en cualquier actividad de estudio, conservación o rescate de las áreas verdes. Sin botánicos, no podemos hablar de sistemas sostenibles, ecología ni de medioambiente. La revista Fucsia ha dedicado el espacio Protagonistas a dar a conocer la ardua y constante labor que realizan nuestros hombres y mujeres de ciencia. En esta ocasión conversamos con Elizabeth Séptimo, quien trabaja en su tesis de grado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), pero ya tiene un largo recorrido de siete años de aprendizaje de campo guiada por los investigadores del Jardín Botánico Nacional, donde es encargada interina del herbario, un museo de plantas disecadas organizado de manera sistematizada, el cual tiene representada la flora de la isla, es decir, República Dominicana y Haití. El herbario del Jardín Botánico tiene como función principal el estudio de la flora nacional a través de exploraciones botánicas que realizan sus técnicos en toda la geografía del país para recolectar y ordenar bajo un estricto sistema taxonómico que sirve de fuente de información de referencia para universitarios, científicos, y programas de conservación de plantas en peligro de extinción. La colección del herbario cuenta con alrededor de 140 mil ejemplares de la isla y de otras regiones, entre ellas Cuba, Jamaica, Puerto Rico y Estados Unidos.   Fucsia: ¿Por qué escogiste estudiar biología? Elizabeth Séptimo: Sentí y sigo sintiendo que es la forma más directa de entender la vida, se aprende a ver el mundo con otros ojos y tener la satisfacción de dejar el mundo un poco mejor a través del trabajo que realizamos como biólogos. F: ¿Cómo tomaron tus padres o tu familia la noticia de que estudiarías Biología? ES: (Risas). No tenían mucho conocimiento sobre la carrera, solo preguntaban si eso me daría dinero… F: ¿Por qué te inclinaste por la botánica? ES: Como estudiantes buscamos la forma de colaborar en lugares afines a la carrera de biología, existen varios lugares donde nos dan la oportunidad  de entrenarnos y adquirir conocimientos (Instituto de Zoología y Botánica de la UASD, Museo de Historia Natural, Centro de Investigación de Biología Marina (CIBIMA), y otros. En mi caso tuve la oportunidad de entrar al Jardín Botánico como colaboradora. Meses después fui elegida para trabajar como asistente en un proyecto… y ya llevo 7 años formando parte del equipo técnico. F: ¿Qué te satisface más de la carrera y de tu trabajo en el herbario? ES: Los trabajos que hago para aportar a la ciencia; y en el herbario dar el debido mantenimiento a la colección y poder enseñar a otros el valor que poseen las colecciones botánicas. F: ¿Cómo lograste dominar el tema del herbario? ES: Como dicen, “los años y la práctica hacen al maestro”. Todos los días se aprende algo nuevo, siempre me mantengo actualizada leyendo literatura relacionada con el tema. F: ¿Haces expediciones botánicas? ¿Qué disfrutas más de ellas? ES: Sí, lo que más disfruto es poder aprender algo nuevo sobre una o varias especies de plantas, los diferentes tipos de vegetaciones, al igual el contacto directo con la naturaleza; eso no tiene precio. F: ¿Cuáles son tus especies favoritas? ES: La familia botánica Rubiaceae; fue el primer grupo de plantas con el que trabajé y me encantó. Realicé una ponencia en el Congreso Internacional de Biodiversidad Caribeña 2017. Entre las más de 6.000 especies de esta familia, distribuidas por todo el planeta, una de las más representativas es el café (Coffea arabica). F: ¿Cómo ves la profesión de la botánica en el país? ES: Realmente no tiene el valor que merece, espero que con el tiempo eso cambie. F: ¿Qué consideras hace falta para atraer a más jóvenes a la carrera? ES: Promoción, promoción, promoción…, ya sea a través de las diferentes redes hasta canales televisivos. Desde mi punto de vista muchas personas no tienen conocimiento del estudio de la licenciatura en Biología como tal, siempre reconocen biología con cierta mención (física o química), por lo que pienso hace falta promover más. F: Para ti, ¿cuál es la importancia de un botánico? ¿Cuáles son sus aportes? ES: Su importancia radica en que es un científico encargado del estudio de la flora, su clasificación taxonómica y nomenclatura; puede determinar dónde crecen las plantas, estudia los impactos que estas puedan tener, entre otros aspectos. Dentro de los aportes que puede hacer un botánico está el descubrimiento de nuevas especies de plantas para la ciencia.    

El JBN conmemora Día Internacional de Conservación del Ecosistema de Manglare

Lunes, 26 Julio 2021
En ocasión de celebrarse este 26 de julio el Día Internacional de Conservación del Ecosistema de Manglares, el Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso realizó una siembra, con el propósito de sensibilizar sobre la importancia de este hábitat único, especial y vulnerable, promoviendo su conservación. La actividad fue encabezada por el director general, señor Pedro Suárez, los subdirectores Francisco Jiménez y Nurys Gonzáles, así como también la encargada del Departamento de Educación Ambiental, Olga Lidia Rojas. Rojas refirió que los manglares son fundamentales para el hombre, ya que aseguran la sustentabilidad, albergando y proporcionando una biodiversidad de especies enorme y diversa, incluso algunas solo se encuentran en este tipo de entornos, gracias a la fauna que predomina está adaptada a las mareas y a las particularidades de este ecosistema. Entre las especies más comunes encontramos crustáceos, peces, moluscos, aves (residentes y migratorias, vulnerables o en peligro de extinción), reptiles, anfibios y mamíferos. En el mismo orden el director general, Pedro Suárez aprovechó esta efeméride para resaltar la importancia que tienen los ecosistemas de manglares como pulmones del medioambiente ya que producen oxígeno y destacó la responsabilidad que el Jardín Botánico tiene para la conservación de la flora nacional. De su lado, el señor Francisco Jiménez puntualizó que en la República Dominicana existen cuatro tipos de mangles, como son: el rojo, negro, botón y blanco, los cuales están seriamente amenazados para construcciones de infraestructuras, la destrucción y el corte para leña y carbón.   “Hoy hemos elegido el Mangle botón (Conocarpus erectus),  por su facilidad de adaptación a la tierra, sin necesidad de estar sumergido en el agua, como forma de preservar esta especie en nuestra Laguna del Palmar y que sirva  de representación a los estudiantes que nos visitan”, destacó Jiménez. La jornada se llevó a cabo en el área de la Laguna del Palmar, con la participación de encargados departamentales, divisiones y secciones, y personal técnico de la institución.    

Ministro de Medio Ambiente juramenta al nuevo director del Jardín Botánico Nacional

Lunes, 12 Julio 2021
Santo Domingo.- El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera, juramentó este lunes al ingeniero agrónomo Pedro Nolasco Suárez, como nuevo director del Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael María Moscoso. Tras destacar el importante papel que juega el Jardín Botánico en la conservación y la protección de los ecosistemas terrestres, Jorge Mera pidió al nuevo titular de esa institución asumir el compromiso de preservar, mantener y fortalecer la capacidad científica y técnica de este espacio que constituye uno de los pulmones verdes de la capital del país. “En ese sentido se debe estar consciente de la importancia que tienen aquí muchos técnicos y biólogos que hacen un trabajo encomiable y determinante para la sostenibilidad, no solamente de este Jardín Botánico, sino también para una serie de proyectos y programas que desarrolla esta institución”, resaltó el ministro. De su lado, Nolasco Suarez manifestó que asume la posición con el compromiso de continuar la historia del Jardín, no solo en materia de investigación científica, preservación de especies y protección del medio ambiente, sino también como un lugar de esparcimiento para toda la familia dominicana. Previo a Nolasco Suarez, el director del Jardín Botánico era el también ingeniero agrónomo Lázaro Guzmán Suero, quien falleció el 12 de diciembre del pasado año 2020. El acto de juramentación contó con la presencia del presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, la viceministra de Recursos Forestales, Fernanda de León y el viceministro de Gestión Ambiental, Eduardo Julia.

Siembra simbólica en honor a Brígido Perguero

Lunes, 14 Junio 2021
En el día de hoy fue realizada una siembra simbólica, dedicada al biólogo dominicano Brígido Peguero, quien falleció a destiempo y dedicó gran parte de su vida a la botánica y ciencias afines, desempeñándose como encargado del Departamento de Botánica del Jardín Botánico Nacional hasta sus últimos días. Las palabras centrales del acto estuvieron a cargo de Francisco Jiménez, director en funciones del JBN, quien definió al biólogo como la persona más íntegra que había conocido y como conocedor como pocos de la flora de la Isla La Española.    “Es difícil hablar de él en pasado cuando aún lo sentimos tan presente, principalmente en este lugar que nos encontramos hoy, el Sendero Educativo Taíno, donde Don Brígido fue la persona que más aportes botánicos e históricos realizó para su creación”, dijo Jiménez. Destacó, que Peguero recolectó importantes colecciones de especies, herborizando casi todo el territorio nacional e importantes colecciones en Haití y muchos de estos están plasmados en la Revista Científica Moscosoa, en donde era editor hasta el momento de su muerte. Otras intervenciones fueron de Sésar Rodríguez, Director Ejecutivo en Consorcio Ambiental Dominicano y el doctor Raúl Ventura, encargado del Departamento de Recursos Humanos del JBN, quienes resaltaron el legado que deja Brígido como ejemplo a las próximas generaciones, así como la responsabilidad que debe primar en cualquier área que les toque desempeñar.   En el encuentro estuvieron presentes familiares, directivos, técnicos de la institución y amigos, quienes despidieron con pesar a este gran hombre de ciencia. Sobre la especie sembrada El Melicoccus jimenezii Alain, comúnmente llamado Cotoperí o Cuchiflichi es un frutal exclusivo de la región Este de la República Dominicana, fue descubierto en el año1976 por el botánico francés Alain Henri Liogier, el epíteto especifico hace honor al ilustre Medico - Botánico dominicano José de Jesús Jiménez Almonte. Es un árbol que alcanza los 10 metros de altura, de hojas compuestas, el fruto es una drupa globosa; es una especie dioica (arboles de flores machos y otros de flores hembras). El fruto del cotoperí es parecido al del limoncillo común o quenepa, pero con la pulpa más blanca, más dulce y menos ácida. Debido al establecimiento de plantaciones de Caña de Azúcar, fincas ganaderas, infraestructuras turísticas y el crecimiento poblacional ha diezmado el número de individuos de esta frutal, colocándolo en Peligro Crítico de Extinción. Desde mediados de los años 90, el Jardín Botánico Nacional ha venido desarrollando un programa de propagación donde se han sembrado cientos de individuos en las escuelas de la región Este, en hoteles, parques; así como también in situ (en su ambiente natural).

El Jardín Botánico Nacional lamenta pérdida del biólogo Brígido Peguero

Jueves, 10 Junio 2021
Las autoridades del Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso lamentan el fallecimiento a destiempo de Brígido Peguero, quien fue encargado del Departamento de Botánica de esta institución y a la vez agradecen la solidaridad y el acompañamiento de los distintos sectores y personalidades que a través de mensajes han manifestado su sentir por tan irreparable pérdida. La comunidad científica del país y del mundo está de luto, en vida fue un gran hombre, no solo importante para la ciencia, sino en todos los ámbitos de la sociedad, con un valor humano sobresaliente. El señor Francisco Jiménez Rodríguez, director en funciones del JBN, quien fue compañero de trabajo de Brígido y de exploraciones botánicas por varias décadas ha mostrado con mucha tristeza su sentir ante su partida. “Los servidores del Jardín Botánico, científicos nacionales e internacionales y amigos estamos muy acongojados y enviamos las más sinceras condolencias a los familiares, esperando consolación en estos momentos tan difíciles”, refirió Jiménez. Algunos datos sobre Brígido Peguero Nacido en la Provincia La Altagracia, municipio Higüey, biólogo egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), su tesis de grado titulado: Flora y Vegetación en el Parque Nacional del Este. Destacado botánico con énfasis en Taxonomía, Ecología Vegetal, Conservación Florística y Etnobotánica. En las exploraciones botánicas realizó importantes colecciones de especies, recolectando en casi todo el territorio de la Isla, mayormente en la República Dominicana, con más de 15,000 ejemplares botánicos. Inició su trabajo en el Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso, como encargado de la División de Taxonomía y Exploraciones, llegando luego a ocupar el cargo de encargado del Departamento de Botánica, cargo que ostentaba hasta su muerte. Perteneció al  comité editorial de la Revista Científica Moscosoa, en la misma realizó numerosas publicaciones. Realizó estudios florísticos y etnobotánicos en diferentes regiones, principalmente en áreas protegidas como el Parque Nacional del Este, el Santuario de Fauna Laguna Bávaro y Caletón, Parque Nacional Sierra Martín García, Parque Nacional Armando Bermúdez y en la Península de Samaná, entre muchas otras. Descubrió y publicó especies de plantas nuevas para la ciencias como la Cojoba urbanii y Calycogonium bairdianum. El botánico guatemalteco Freddy Archila le dedicó la orquídea Sudamelycaste pegueroi. Peguero fue miembro de la Asociación Latinoamericana de Botánica (ALB) y del Grupo Etnobotánico Latinoamericana (GELA) y de la Red de Plantas Medicinales de las Islas Caribeñas (TRAMIL). Es parte del cuerpo externo de editores de la Revista Pro Hormine de la Universidad Lavras de Brasil.